Expertos estiman que, aproximadamente el 90% de las enfermedades, están relacionadas al estrés. Y quizás, nada nos envejece más rápido, interna o externamente, que un nivel de estrés elevado. El masaje es una herramienta muy efectiva para manejar el estrés, que se traduce en:
- Disminución de los niveles de ansiedad
- Mejoría en los patrones del sueño
- Aumento de la energía física
- Mayor concentración
- Aumento de la circulación
- Reducción de la fatiga
El masaje también puede ayudar a manejar un gran número de condiciones de salud. Entre algunos ejemplos, puede:
- Aliviar el dolor de espalda baja y mejorar el rango de movimiento.
- Asistir a la embarazada a tener un parto más fácil y relajado, y una estadía más corta en el hospital.
- Aminorar la dependencia a medicamentos para el dolor
- Fortalecer el sistema inmunológico, al estimular el flujo de la linfa- sistema natural de defensa del cuerpo.
- Ejercitar y estirar músculos que pueden estar débiles, contracturados o atrofiados.
- Ayuda a los atletas en cualquier nivel a prepararse para, y recuperarse de, entrenamientos extenuantes.
- Mejora la condición del órgano más grande del cuerpo- la piel.
- Aumenta la flexibilidad de las articulaciones.
- Disminuye la depresión y la ansiedad.
- Promueve la regeneración de los tejidos, reduce las cicatrices y estrías.
- Impulsa el oxígeno y los nutrientes hacia los tejidos y órganos vitales, mejorando la circulación.
- Reduce las adherencias post-cirugía y la hinchazón.
- Reduce los espasmos y calambres.
- Relaja y suaviza los músculos lesionados, cansados y sobreutilizados
- Libera endorfinas- amino ácidos que trabajan como un analgésico natural para reducir el dolor.
- Alivia el dolor de la migraña.